¿Por qué los préstamos sin garantías roen las ganancias netas de una empresa?
Parece ser una práctica empresarial mucho menos respetable la de recurrir a actividades fraudulentas para acceder a decenas o cientos de miles de dólares, a menudo simplemente para hacerle trampa al sistema. Al obtener varios préstamos en línea de nuevas firmas de tecnofinanzas que ofrecen efectivo casi de inmediato, los prestatarios utilizan un nuevo sistema financiero basado totalmente en préstamos sin garantías.
Esto es la «acumulación de préstamos» y está golpeando fuertemente a la industria de las tecnofinanzas (o fintech). El principal problema es que está paralizando a las empresas que necesitan financiamiento verdadero.
¿Qué es la acumulación de préstamos?
Según Lending Times, la acumulación de préstamos ocurre cuando un consumidor obtiene varios préstamos del mismo tipo de diferentes instituciones financieras. Además, es uno de los principales tipos de fraude financiero. Se trata de un problema obvio para los prestamistas, pero es también un juego de alto riesgo para el prestatario.
Si bien es cierto que empresarios respetables pueden efectivamente buscar varias opciones de préstamos, la mayor parte de la acumulación está relacionada con el hecho de ser intencionalmente deshonesto. En este caso, el prestatario aprovecha las demoras en los reportes de la oficina de crédito, sin tener ninguna intención de pagarle al prestamista.
En el campo de las tecnofinanzas, este problema puede exacerbarse, ya que las «blandas verificaciones crediticias» de estas firmas y las aprobaciones de préstamos en línea toman generalmente menos de 24 horas, tiempo insuficiente para que un prestamista se dé cuenta de que el prestatario ha justamente pedido prestamos similares a otras instituciones. Entre el 2013 y el 2015, estos casos aumentaron en el mercado casi del doble, lo cual llevó a los evaluadores del campo de las tecnofinanzas a hacer sonar fuertemente las alarmas.
¿Por qué algunas empresas acumulan préstamos? ¿Y son realmente delincuentes?
De acuerdo con un artículo reciente de USA Today, solo uno de cinco empresarios en busca de financiamiento obtendrá la aprobación de un banco tradicional. Según Nonso Maduka, de la página web de comparaciones de financiamiento NerdWallet, «eso significa que un 80 % no obtiene financiamiento de una fuente bancaria tradicional, aunque se trate probablemente del costo más bajo».
Si los préstamos bancarios tradicionales no son viables, estas empresas se ven forzadas a buscar otras fuentes y a encontrar soluciones creativas para sus problemas financieros. Maduka prosigue explicando algunas de las principales dificultades que llevan a las empresas a alejarse del sistema tradicional. «Si usted ha pasado por un proceso de solicitud de un préstamo bancario y ha sido rechazado, si no está en el negocio desde hace mucho tiempo, si la suma de dinero que solicita es de menos de 500.000 dólares, si piensa en la rapidez o si simplemente necesita efectivo para seguirse moviendo, un prestamista alternativo puede ser una buena opción».
Después de la crisis del 2008, el financiamiento para empresas disminuyó considerablemente, haciendo mucho más difícil el acceso al capital. Así, en el 2014, el número de préstamos disminuyó casi de un 60 % en comparación con su nivel máximo alcanzado en el 2007, según el reporte sobre los préstamos a pequeñas empresa del Woodstock Institute.
Es evidente que se necesita financiamiento masivo en la comunidad empresarial, para expandirse más rápido, para contratar empleados y para hacer inversiones. Pero asimismo hay una escasez evidente de opciones para muchas empresas, lo cual las obliga a ser creativas.
Eso no significa que todas las empresas que obtienen varios préstamos sean deshonestas, de ninguna manera. Hay un sinnúmero de empresarios honestos que trabajan fuerte y que están en busca de mayor capital circulante para mantener sus empresas a flote y en continua expansión. Además, sólo es posible obtener varios préstamos si se es transparente con los prestamistas. Pero la acumulación de préstamos no es una solución viable.
Los verdaderos delincuentes son los «prestatarios» malintencionados que se aprovechan del sistema, haciéndose pasar por empresarios fiables. Esto puede acarrear efectos adversos, como el aumento de los costos de las tecnofinanzas, lo cual frena los ciclos de préstamo haciendo aún más difícil que prestatarios legítimos puedan conseguir capital en un futuro.
Los costos astronómicos de los préstamos en tecnofinanzas: ¿se les puede culpar?
Para los empresarios afortunados que pueden obtener préstamos tradicionales o sacar partido de sus activos personales, como el capital acumulado en su vivienda, propiedades u otras inversiones, conseguir flujo de caja puede no ser muy complicado. Pero cuando estas opciones no están al alcance, otras empresas pueden recurrir a las tecnofinanzas o a préstamos alternativos basados en la solvencia y no en las garantías. El Globe and Mail citó las discusiones de la conferencia The Future of Lending Now , durante las cuales se hizo énfasis en el hecho de que los préstamos sin garantías de las tecnofinanzas «abren las compuertas a riesgos de fraude y a un mayor número de bancarrotas personales y comerciales».
Recurrir a las tecnofinanzas o a otros préstamos sin garantías puede sacar a las empresas de situaciones financieras delicadas, pero estas opciones no constituyen soluciones a largo plazo. Gran parte de los préstamos sin garantías como las tarjetas de crédito, los préstamos renovables, las líneas de crédito personales, los préstamos garantizados por salario y los avances de crédito comerciales vienen todos con tasas de interés excesivas para proteger al prestamista. Para un empresario, los efectos de acumular deudas y sacar varios préstamos para alcanzar el nivel de capital deseado pueden ser desagradablemente inesperados.
A pesar de que dichos préstamos pueden proporcionar un alivio inmediato, el Woodstock Institute desaconseja recurrir a esta práctica, citando el descontento de los mismos prestatarios. De hecho, en el estudio, se encontró que «las altas tasas de interés, los onerosos términos y el servicio al cliente relativamente inexistente son desafortunadamente frecuentes con los proveedores de dichos productos».
Tasas de interés del 368 %
Al analizar directamente las cifras, el Woodstock Institute halló que las tasas de interés de los préstamos de tecnofinanzas pueden empezar a un 26 % y alcanzar un astronómico 368 %. Compare eso con la tasa actual de un préstamo bancario tradicional que varía entre el 6,5 y 9 %, y entenderá por qué puede dispararse el descontento de los prestatarios.
Es allí donde la acumulación y la refinanciación se convierten realmente en un problema. Cuando una empresa llega a ese punto, el problema entonces es cómo pagar intereses tan exorbitantes en lugar de saldar la deuda inicial. El enfoque cambia y deja de ser las operaciones y estrategias de la empresa, las cuales eran la motivación inicial del préstamo.
Opportunity Fund, prestamista sin ánimo de lucro establecido en los Estados Unidos y organización que lucha contra la desigualdad económica, también ofrece «micropréstamos» a empresarios que necesitan asistencia, incluyendo aquellos que han quedado maniatados por su préstamo de tecnofinanzas. De hecho, luego de haber analizado el caso de 150 de las empresas que necesitaban refinanciar sus préstamos fintech, se dieron cuenta de que las empresas estaban pagando una tasa de interés promedio del 94 %, con un máximo de 358 %. El pago mensual promedio de esos préstamos representaba un 178 % del ingreso neto con el que el prestatario contaba. Esto condujo a una inestabilidad financiera de las empresas y de sus activos personales. «Cada mes estos prestatarios le debían al prestamista más de lo que tenían disponible, incluyendo ingresos netos empresariales y personales».
Este impacto desastroso se multiplicaba aún más si una empresa acumulaba préstamos o adquiría varias deudas con las tecnofinanzas, augurando una ruina y bancarrota financiera total.
Mejores opciones de financiamiento para evitar caer en la trampa
Evitar completamente los altos intereses y préstamos sin garantías es una opción por la que ciertos empresarios han optado.
Aquí es donde intervienen productos financieros como los préstamos garantizados por activos (o PGA) para colmar ese gran vacío. Para las empresas que no reúnen los requisitos de un préstamo bancario tradicional o que simplemente no desean tomar este camino, es posible obtener un préstamo o una línea de crédito que estarán garantizados por los activos de la empresa. Con este tipo de préstamo, los activos pueden incluir las cuentas por cobrar, los equipos, el inventario o los bienes inmuebles. El tiempo para obtener estos préstamos puede ser más largo que en el caso de una opción sin garantías, debido principalmente al proceso de debida diligencia, mediante el cual se analizan los estados financieros y las garantías del prestatario. Sin embargo, tan solo una o dos semanas son necesarias para establecer una relación de confianza con el prestamista de PGA y obtener el capital.
Para el préstamo garantizado por activos, los niveles de financiamiento están basados en el valor de los activos con los que la empresa cuenta, y el prestamista atribuye una tasa préstamo-valor (PV), que es un porcentaje en función del cual la empresa puede hacer el préstamo. Para las empresas bien establecidas, esta opción proporciona mucha más flexibilidad que las opciones sin garantías. Aunque los montos de los préstamos son generalmente más altos para un PGA, la solución puede proporcionar a la empresa considerables sumas de capital que alcanzan a veces hasta los 10 millones de dólares en financiamiento. En cuanto a las tasas de interés de un PGA, si bien es cierto que estas son más altas que las de un préstamo bancario tradicional, son sustancialmente más bajas que las tasas promedio de los préstamos fintech, además de ser muchísimo más estables.
El PGA ofrece una variedad de ventajas adicionales: |
- Mejor apariencia frente al cliente – su solución de PGA es invisible para el cliente final;
- Se aprovechan diferentes categorías de activos para conseguir capital adicional según las necesidades;
- Las tasas son más bajas que las de los préstamos de tecnofinanzas o la de una simple solución de factoraje.
- Las sumas disponibles para préstamos se calculan, por lo general, semanalmente (y no mensualmente como lo hace un banco), de tal manera que si usted pasa por un buen período de crecimiento, su capacidad de endeudamiento aumenta más rápidamente.
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Para las empresas con menos trayectoria o más pequeñas, otras opciones como el financiamiento de cuentas por cobrar (conocido también como factoraje) pueden entrar en juego. Al aprovechar las facturas entrantes, una empresa puede obtener flujo de caja casi instantáneamente sin correr los riesgos relacionados con los préstamos de tecnofinanzas sin garantías. En estos casos, una compañía de factoraje comprará las cuentas por cobrar de una empresa pegándolas inmediatamente a cambio de una pequeña comisión. Como este proceso es menos extenuante y no depende de ninguna garantía de la empresa, el tiempo para obtener el servicio es también mucho más corto que en el caso del acceso a capital mediante un PGA.
La transacción puede asemejarse a una línea de crédito, aunque técnicamente se trata de una venta de cuentas por cobrar y, en algunos casos, las comisiones son incluso deducibles. La comisión por el factoraje es generalmente más alta que la de un PGA, pero – una vez más – considerablemente más baja que las de los préstamos sin garantías que además tienen cuantiosas penalidades. Además, como estas soluciones se basan en las cuentas por cobrar entrantes, las empresas no se ven en dificultades para hacer sus pagos de factoraje, pues los fondos vienen directamente de los cobros de sus facturas.
Cuando a una empresa se le presentan las dos opciones, generalmente esta se inclina por el PGA por su flexibilidad. De cualquier manera, en comparación con las opciones sin garantías y los préstamos de tecnofinanzas con altos intereses, a cualquier empresa le conviene más investigar y comparar todas sus opciones antes de llegar innecesariamente a altos niveles de endeudamiento.