¿Qué Hacer Cuando Su Institución Financiera Lo Abandona?
Pocos eventos desestabilizan más a una pequeña empresa que la pérdida del apoyo financiero de su banco o institución de crédito. En el 2013, un importante banco norteamericano puso término a su relación con cientos de pequeñas y medianas empresas (PyMES) debido a un cambio de enfoque de la banca comercial. Pero no se trataba de un incidente aislado. «Pueden ocurrir cambios en el clima económico y crediticio en general,» advierte Sol Roter, presidente de las instituciones financieras Liquid Capital Corp. «susceptibles de dictar si se debe apoyar o abandonar a una industria entera, dependiendo de las circunstancias». Ello puede atribuirse a la economía o a un cambio de perfil de su cartera de préstamos.
De cualquier modo, los resultados son devastadores para aquellas PyMES a las que que se les tome por sorpresa. De un momento a otro, las fuentes de crédito se evaporan y, si se acumulan demasiadas cuentas por cobrar, una crisis de liquidez es inminente. «Esto podría conllevar incluso a una pérdida del negocio,» afirma Roter. Entonces, ¿qué hacer para sobrevivir a una repentina pérdida de su institución financiera? Afortunadamente, la respuesta es «muchas cosas», siempre y cuando se esté preparado.
«Usted tendrá que determinar cual es el financiamiento que necesita, y de acuerdo a ello actualizar sus previsiones y su plan comercial lo más pronto posible,» aconseja Roter. «Haga una verificación de su crédito comercial y personal para ver si hay algo que se pueda corregir antes de dirigirse a una nueva institución financiera». Del mismo modo, realice una búsqueda de registros para saber si hay alguno que requiera su pronta atención.
Una vez que se haya asegurado de estar en la mejor posición posible para presentarse ante una nueva institución, acuda a sus contactos y pregúnteles si saben de algún banco o prestamista que pudiera estar interesado en hacer negocios con usted. Contacte con su contador, con su abogado, con su corredor de seguros o con cualquier otra persona que usted piense podría recomendarlo. Sin embargo, a veces los bancos convencionales no le apuestan sino a los grandes. Roter afirma que «si su empresa está padeciendo problemas y no tiene ningún convenio financiero, su búsqueda de apoyo no podrá limitarse a los bancos convencionales sino que tendrá que acudir a patrocinadores no tradicionales, como financiadores de créditos y prestamistas que otorgan préstamos avalados por activos».
Sea cual sea la institución a la que acudirá, existen otras etapas que usted podrá seguir con el fin de prepararse para visitar una nueva institución financiera. «Es realmente importante prepararse bien,» asegura Roter. «En lo que al crédito se refiere, si sus estados financieros no están al día o si no está dispuesto a discutir y a tratar de los asuntos difíciles, no dará una buena impresión.»
Los prestamistas profesionales examinarán sus antecedentes, y resulta ingenuo creer que no hallarán déficits o, aun peor, ruinas. «Divulgue todo desde un principio», aconseja Roter. Y en esta era de omnipresencia de los medios de comunicación, esté pendiente de su presencia en línea, incluyendo su presencia personal, para detectar todo lo que pueda desfavorecer su imagen. Cualquier contenido que indique comportamientos irresponsables de su parte podría afectar su calificación crediticia y, en última instancia, su próxima relación con una institución bancaria o de crédito».
Si su negocio marcha sobre ruedas, manténgase al tanto de los cambios que ocurran en el clima económico y que puedan afectarlo indirectamente, ya que los bancos tienden a no considerar a las empresas de manera individual. «Los bancos señalarán al mercado,” asegura Roter, «aunque de forma matizada. A los medios les dirán, por ejemplo, que algunos sectores los preocupan; por estos días, son el petróleo y el gas. De modo que no sería sorprendente para las empresas petroleras y gaseras encontrarse con que los bancos pretenden reducir sus actividades en dicho sector. Y no sería nada personal». ¿La lección de esto? Esté siempre atento y preparado para entablar nuevas relaciones financieras.