¿Es ese «ángel inversionista» en realidad un demonio disfrazado?
Se han visto en la televisión: esos ángeles inversionistas muy bien vestidos, de buen hablar, dotados de imponentes personalidades y de billeteras aún más impresionantes. Una cosa es segura: son encantadores y tienen el olfato para los negocios necesario para probar su éxito. Pero ¿los tiburones y los dragones de este mundo son realmente las personas adecuadas para asociarse con usted en su próximo proyecto empresarial?
Sí. En parte debido a los grandes éxitos Negociando con tiburones (Shark Tank, en inglés) y Tu oportunidad (versión española de Dragons’ Den), los ángeles inversionistas pueden ser una opción cuando empresas emergentes y pequeñas empresas buscan financiamiento. De hecho, un típico ángel inversionista puede proporcionar entre 25.000 y 100.000 dólares de financiamiento, lo cual representa una participación significativa en su empresa. ¿Esa inversión vale la pena? ¿Existen costos ocultos o riesgos relacionados con esa nueva sociedad?
Sin lugar a duda, muchos ángeles inversionistas pueden aportar una experiencia increíble a una empresa. Ellos saben cómo expandir una compañía, tener una mentalidad astuta para los negocios, no temer a lo desconocido y tener una excelente habilidad para emprender lo que otros pueden ver cómo un riesgo. Combine todos esos rasgos con sus grandes bolsillos y obtendrá la receta para lograr incalculables beneficios.
Sin embargo, no todos los ángeles están interesados en lo que a usted más le conviene. Abra bien los ojos para detectar a estos seis tipos de ángeles inversionistas que pueden ser en realidad demonios disfrazados.
Los mirones
Es muy probable que usted necesite rápido financiamiento y no quiera perder tiempo con inversionistas faltos de seriedad que no comprometen sus fondos. Esto no es un lote de vehículos usados, de manera que tenga cuidado con «los mirones.»
«Como fundador, lo último que usted necesita es que le tomen el pelo. Un “no” firme es mucho mejor que un “lo pensaremos” o “lo tomaremos en consideración”. Si usted siente que un ángel le está dando largas, siga su instinto,» aconseja Jenny Q. Ta en Fast Company. «Es muy probable que tenga miedo de comprometerse hasta no saber quién más va unirse. Tenga cuidado con la oveja vestida de ángel.»
Los tiburones
Sin duda ha visto a esta personalidad brillar en los programas de telerealidad. Un aspirante a empresario presenta su producto, pero no logra acordarse de cada cifra y estadística financiera que soporte su discurso. Ahí es cuando «los tiburones» huelen a su presa y atacan.
De acuerdo con Martin Zwilling en Business Insider, «esto es lo último en verdugos, cuya única intención al entrar a participar en la inversión inicial es aprovecharse de lo que ellos perciben como falta de experiencia en finanzas y negocios por parte del empresario. Si el término “proceso de los balances” se convierte en pura tortura, tal vez sea hora de retirarse con todo respeto.»
Los sobrados
Los ángeles inversionistas son naturalmente más tolerantes al riesgo y puede que esperen que usted también lo sea. El alto riesgo tiene un potencial de altos rendimientos, y «los sobrados» querrán ver el dinero. Esté preparado a que estos ángeles esperen mayores ganancias que el inversionista promedio.
«No es raro que un ángel inversionista espere un porcentaje de rendimiento 10 veces mayor a su inversión inicial en un período de 5 a 7 años,» afirma Murray Newlands con Startup Grind. «Cuando se está atado a este tipo de estándar, la presión para generar beneficios puede ser intensa. Si está pensando en los ángeles inversionistas, usted debe determinar si la empresa emergente está en posición para expandirse al ritmo que el inversionista espera.»
Los arcángeles
Todo buen ángel tiene un mentor, y a este superior se le llama «el arcángel». Estos pueden reunir a otros inversionistas y hacer que los tratos se concluyan rápido. Los arcángeles pueden modelar cualquier idea, organizar acuerdos de financiamiento creativos y convertir totalmente las empresas. Estos ángeles son contactos claves con quienes todos quieren hablar, y con razón, ya que su influencia puede atraer inversionistas potenciales de otras industrias y de otros lugares. Pero tenga cuidado, pues algunos arcángeles no son tan dignos de confianza…
«Hay muchas personas que pretenden ser arcángeles y le ofrecen ponerlo en contacto con gente que tiene dinero, a veces a cambio de una comisión,» dice Todd Vernon en un artículo de Inc. reciente. «Si su arcángel inversionista en realidad no está invirtiendo dinero, sino que está simplemente actuando como intermediario con otros, tome nota; eso es señal de alarma.»
Los sabelotodo
Los ángeles con experiencia llevan a menudo años en el campo de juego, y muchos de ellos han expandido sus propias empresas alterando completamente sus industrias con metodologías y productos innovadores. Pero en algunos casos, esto es caldo de cultivo para los «sabelotodo». Como estas personas han sido súper exitosas forjando sus propios caminos, ahora pueden pensar que su manera es la correcta. Para los sabelotodo puede ser entonces difícil dejar hacer y permitir que usted planifique su propio rumbo.
El truco es manejar a este tipo de ángel de una manera particular, como lo explicaba Jonathan Moules en un artículo del Financial Times. «Sea diplomático en la forma como recibe el consejo de un ángel, adoptando las sugerencias respecto a temas más “intemporales”, como la manera de conseguir un buen agente de ventas o cómo lanzar un producto, e ignorando con cortesía los consejos respecto a temas específicos de incursiones anteriores en los negocios por parte del inversionista.»
Los controladores compulsivos
Aunque usted tal vez esté buscando un inversionista laxo, tenga por seguro que la mayoría de ángeles necesitan de todos modos estar al tanto de ciertos aspectos del funcionamiento de su empresa. No obstante, los «controladores compulsivos» llevan esto a un nivel totalmente distinto, mirando con microscopio cada detalle de cómo usted dirige su empresa y microgestionando para «indicarle» cómo impulsar el negocio.
«Los ángeles inversionistas no van a desembolsar cantidades de dinero sin interesarse en la manera en la que este es utilizado. Si usted espera que ellos adopten un enfoque totalmente laxo, puede llevarse una desagradable sorpresa,» advierte Rebecca Lake en Quickbooks. «Es más bien probable que su ángel quiera asumir un rol activo en la toma de las decisiones que afectarán el resultado de su empresa.» Lake advierte que incluso si el «controlador compulsivo» toma decisiones en su nombre, usted sigue siendo el responsable. «Aun si este deja las riendas en sus manos, usted será quien tenga que explicar las razones de sus decisiones.»
Si usted está en busca de inversionistas y desea mejorar su financiamiento empresarial, los ángeles pueden ser de todos modos una opción. Investigue y haga las debidas diligencias para saber con quién estará trabajando exactamente y entender sus expectativas, para así formar una buena alianza. Y si ese trato aún no lo satisface, no firme sobre la línea punteada hasta que no haya examinado todas sus opciones.
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